Santiago Altobelli: «A todos nos va costar mucho»
Santiago Altobelli, con sus 35 años, le cuenta a Scrum 5 su historia hasta llegar a ser árbitro. Fue jugador de su club, Natación y Gimnasia. En Juveniles disfrutó mucho, por las ganas y la edad.
Santiago decidió seguir dentro de lo que significa una “ovalada”, pero esta vez llegar a ser referee. Su amigo José Rubino tuvo mucho que ver en la toma de este camino. Altobelli también había elegido las leyes y la justicia fuera de las canchas: se convirtió en abogado, profesión que hoy ejerce.
Por su dedicación y por ir paso a paso, llegó a cumplir los objetivos que se se fue trazando en su vida. Comenzó a los 21 años, a los 26 debutó como árbitro de Primera división y desde el 2009 integra el panel nacional.
¿Cómo vivís estos momentos de pandemia?
La verdad que esta circunstancia no me tiró para abajo. Por supuesto que me mantuve en la casa y cuando se autorizaron las salidas condicionadas pude comenzar con detenimiento en mi preparación física, que hoy es clave. Lo hice con un trabajo que nos han dado para mantenernos. Esto me ha dado la posibilidad de moverme bastante, no es lo normal pero por suerte se empezó. Seguramente que de a poco vamos a ir poniéndonos en ritmo de juego, principalmente. Es como les pasa a los jugadores: una cosa es lo físico y otra es el campo de juego, que es el lugar nuestro, por ende también será lo más difícil, creo que a todos nos va costar mucho, tantos a los jugadores como a los árbitros. El nivel se irá acomodando en la medida que transcurran los partidos. En momentos normales, los partidos de pretemporada son los que te van dando el ritmo del juego. Por eso digo que la vuelta va ser muy difícil.
¿Estás viendo los partidos del Súper Rugby de NZ u otros partidos?
Algunos sí, pero es como que falta motivación. No me desespera ver partidos, se complica concentrarse y esto también es parte de la mentalidad. Participo de las charlas que tenemos con la plataforma Zoom, que es lo que se utiliza hoy y que te sirve para ir repasando el reglamento. También tengo charlas locales, a la que les agregan videos. Todo esto te va metiendo de a poco en el tema nuestro.
¿Qué pensás del nivel que nos espera con respecto a lo que se venía dando?
El nivel va ser bueno. Durante el año pasado se tuvo buenos partidos, tanto en el nivel local como a nivel nacional. Por suerte en Tucumán el nivel y la cantidad de árbitros son buenos. La competencia te va obligando a superarte día a día. No sé si en otras Uniones tienen la suerte de tener muchos partidos cada fin de semana. Hoy las exigencias son para todas las Divisiones, no tan solo en Primera, donde todos los fines de semana hay de tres a cuatro partidos clásicos y la competencia deportiva está presente.
Por suerte, la Comisión de Árbitros que tenemos se dedica mucho a la formación, eso es un trabajo de base que suma proyectos de árbitros y aspirantes muy importantes y de buen nivel para las distintas categorías. Hoy se necesita al menos una docena de árbitros para el Regional de Primera y de la Zona Desarrollo.
En general, lo que más le cuesta al jugador son las situaciones en el suelo, que de por sí no son fáciles. Hay situaciones que nosotros la vemos como árbitros y ellos las ven como jugadores»
¿Tenías en mente algún partido en especial o querías dirigir clásicos para probarte como un desafío?
Me gusta ir despacio. Digamos, soy de pasos cortos pero seguros. Soy una persona que me planteo objetivos mes a mes, año a año. Cuando empecé, mi objetivo era dirigir en Primera, por suerte se me dio rápido y me fue bien. Lo mismo me fue pasando cuando me tocó dirigir a nivel nacional. Una final es el objetivo de todo árbitro, casi lo logro, no sé por qué no se dio, es evidente que hay factores o causas por la cual no te designan. Lo que sí dirigí fue una final del Torneo del Interior. Estoy contento con mi carrera de árbitro.
¿Cómo decidiste ser árbitro?
Mi decisión estuvo acompañada por el consejo de un amigo, José Rubino, quien también fue uno de mis entrenadores. En ese tiempo estaba jugando en M21. Tampoco era un gran jugador, y la necesidad de árbitros me hizo que me dedique a esta tarea, que es importante para que se pueda jugar un partido. Además, creo que cualquiera puede llegar a ser árbitro. Yo nunca me había imaginado estar en esta posición, pienso que por ahí uno tiene una vocación dormida, que se despierta cuando te ponés a prueba. Lógicamente, que también te tiene gustar.
¿Cómo ves el nivel del arbitraje argentino?
A nivel nacional, se está trabajando bien, hay una buena base. Se estaba haciendo un cambio que todavía no se pudo ver, que era renovar algunos árbitros que se consideran grandes por su edad. Esto todavía no se llegó a concretar, por la pandemia. Estoy seguro que en los últimos años el arbitraje fue muy bueno, se pudo poner árbitros en el último Mundial, también en el circuito mundial de Seven.
¿Te hubiese gustado dirigir o llegar a un Súper rugby?
Obvio que me hubiese gustado, pero a veces se hace imposible, además es un momento al que se llega con otras circunstancias. También uno se da cuenta hasta dónde se puede llegar. Llegué a ser asistente en algunos partidos internacionales y con eso me puse contento. Capaz que podría haber dirigido un poco más arriba de lo que dirigí. Tampoco depende de mí.
Es como que se acortaron los tiempos en el suelo. Se está buscando que haya muchos minutos de pelotas vivas».
El arbitraje fue creciendo en beneficio del juego. ¿Cómo lo ves al jugador argentino con respecto al árbitro?
Sin dudas el jugador también creció y en muchos de ellos es increíble el conocimiento que tienen sobre el reglamento. Eso significa una ayuda importantísima dentro de la cancha, porque acompaña mucho al crecimiento del árbitro, es como una retroalimentación.
En general, lo que más le cuesta al jugador son las situaciones en el suelo, que de por sí no son fáciles. Hay situaciones que nosotros la vemos como árbitros y ellos las ven como jugadores. Las prioridades y la justicia la impone el árbitro, con criterios, por supuesto. Hay jugadores que saben perfectamente la infracción que están cometiendo, otros a lo mejor la cometen por alguna falta de destreza.
¿Pensás que un árbitro tendría que haber jugado para poder llegar a dirigir?
No creo que sea una condición excluyente, pero sí te puedo decir que es mejor que haya jugado. Tampoco es necesario que haya sido un gran jugador para ser un gran árbitro. Lo que sí es bueno que conozca el juego. Eso lo va a ayudar mucho a definir o a decidir una infracción o lo que cobra.
¿Se vienen nuevas reglas que se pueden empezar a aplicar buscando la
dinámica del juego?
Lo que se busca es tener nuevos criterios. Para este año íbamos a tener que ser más estrictos en el suelo cuando se tacklea, la situación del pescador, eso iba dar la posibilidad de muchos penales dentro de un partido. Es como que se acortaron los tiempos en el suelo. Se está buscando que haya muchos minutos de pelotas vivas. Por eso hay que estar física y mentalmente muy bien preparado para dirigir. La preparación física es fundamental.
¿Pensás que hay que tener alguna aptitud en especial para poder ser árbitro?
Creo que hay cualidades que tienen que ir juntas: el conocimiento del juego primero, pero también es bueno tener personalidad en el campo de juego. Hay algunas cualidades que te la van dando los partidos que te tocan dirigir. Hay que tener carácter para tomar el silbato al entrar a dirigir un partido y a partir de ahí los partidos te dan la posibilidad de mejorar.