Gravano: “el rugby tucumano tendría que jugar más torneos de seven en juveniles y mayores”
La espuma por el Oro histórico obtenido el fin de semana pasado en Vancouver está bajando. Así como el avión que trae de regreso a la delegación de los increíbles Pumas Seven, hace años, el caso éxito del rugby nacional, por metodología y resultados. De ese avión desciende el único tucumano que integra el plante, Leonardo Gravano, hombre de Los Tarcos y el asistente del entrenador Santiago Gómez Cora. De inmediato –gentil como siempre- Leo contacta con Scrum 5 analiza lo vivido y lo que vendrá, además de reflexionar sobre la realidad del juego de 7 de Tucumán y el país.
“El objetivo principal de este año es llegar lo mejor posible al Mundial de septiembre, y el objetivo general que tenemos a largo plazo es ser lo más competitivos posible dentro del circuito mundial”, avisa Gravano. Y se entusiasma, y tiene con qué: “Gracias al rendimiento que están teniendo los chicos no solo estamos siendo competitivos sino que nos encontramos en una situación donde podemos pelear por terminar la serie mundial dentro del podio. Si bien nunca nos ponemos objetivos de resultados, está ahí y tenemos las herramientas para conseguirlo. Vamos a ver cómo nos va en los próximos torneos”.
Con respecto a la posibilidad de volver a contar con jugadores tucumanos en el equipo nacional de seven, el entrenador fue claro y contundente a la hora de ratificar aquello de que el jugador es uno solo, sea de 7 o de 15. “¿Qué tendría que hacer el rugby tucumano? Jugar más torneos de seven en edades juveniles y mayores, no solo para que los jugadores tengan posibilidades de formar parte de un seleccionado nacional de seven sino para mejorar sus herramientas ¡¡¡como jugadores de rugby!!! Los conceptos que nosotros utilizamos en Los Pumas 7s son los mismos que se usan en el rugby de XV, solo que nos adaptamos a los tiempos y los espacios que el seven requiere, y eso obliga de alguna manera al jugador a desarrollar más profundamente algunas destrezas para poder resolver las acciones de juego que se presentan en los torneos de seven. Eso requiere un contexto físico más atlético en general, los gestos técnicos necesarios y una fortaleza mental que no te permite descansar ni un segundo durante los minutos que dura un partido, y lo que significa jugar 5 o 6 partidos ¡en uno o dos días!”.
Muchas veces me tocó llevar jugadores de Tucumán a alguna concentración nacional o algún torneo y era la primera vez que jugaban un partido de seven, con 21, 22 o 23 años; es muy difícil”
Y sobre el tema del aporte de jugadores tucumanos al sistema, Gravano agrega: “Es un tema largo, que tiene varios factores a tener en cuenta. Primero que nada en Tucumán hay muchos y muy buenos jugadores; el tema principal está en que prácticamente no juegan seven en todo el año y menos aún en edades juveniles, que sería lo ideal”.
Una vez dado estructural –sería un hito- para el entrenador tucumano “después hay otras cuestiones que habrá que tener en cuenta una vez que tengamos esa base. Muchas veces me tocó llevar jugadores de Tucumán a alguna concentración nacional o algún torneo y era la primera vez que jugaban un partido de seven con 21, 22 o 23 años; es muy difícil”.
En relación con Uniones provinciales con esa realidad para promocionar jugadores de seven, Leo contó que “en Buenos Aires se juega, no lo que deberían pero sí juegan torneos juveniles. En Córdoba y en Rosario juegan mayores, pero en general es un déficit en el rugby argentino”.