El Cheto: “No me divierte ser dirigente”

 El Cheto: “No me divierte ser dirigente”

Qué difícil es decir que un jugador se retiró del rugby cuando habla con tanta pasión. Su mente sigue mostrando que lo único que ha cambiado para su vida es no estar activo dentro de la cancha. Lo demás, está intacto. Por eso, cuando habla José “el Cheto” Santamarina es un torrente de agua que parece un río en su faz de crecimiento. Scrum 5 lo buscó para charlar, por todo lo que significa y significó para el rugby tucumano. Fiel a su estilo de hablar cuando el grabador se pone en grabar y de responder a cada pregunta con una respuesta llena de convicción, Santamarina merece ser leído.

¿Cómo ves al rugby, por el momento que se está viviendo?
Creo que a partir de la pandemia todo lo que el rugby había planificado tendrá que volver para atrás. Es como decir ´cuando teníamos todas las respuestas, cambiaron todas la preguntas`. El rugby argentino se había preparado para hacer una pirámide con bases firmes para poder entrar en el rugby profesional. Esto nos hace ver que hay que replantear todo de nuevo. Quizás hoy haya que volver al 2007 o 2008, cuando teníamos a muchos de los integrantes de Los Pumas jugando en ligas europeas. Habrá que buscar una competencia intermedia. No pierdo las esperanzas de que Agustín Pichot, con su gran capacidad de gestión, encuentre la salida para que los jugadores tengan competencia.
¿En qué ha cambiado el jugador de rugby argentino?
El jugador argentino ha cambiado principalmente de la cabeza. Eso hace que, más allá de lo que cobre, necesita un comportamiento profesional en su entrenamiento. En eso el argentino apunta hacía ahí. El jugador ahora tiene una plataforma de información que antes no tenía; hasta los profesores de educación física tienen un mayor conocimiento y se adaptan a esta clase de preparación.
¿Por qué creés que hay gente que todavía se aferra al rugby amateur?
No hay que renegar del profesionalismo, porque el mundo ha cambiado y renegar por esto es renegar contra la evolución del rugby. En una palabra, hoy está ordenado ese profesionalismo ´marrón´ que había en todo el mundo. Hoy a un chico que juega bien en cualquier club de la Argentina te lo contratan de la liga más baja del mundo, entonces esto se hace imparable. Repito, no hay que renegar del profesionalismo, hay que ordenar el profesionalismo de tal manera que no destroce la estructura de los clubes.
Al cambio se lo veía venir y por eso apoyábamos a los compañeros que se fueron. Los de mi generación fueron más claros en ese aspecto, porque cuando se los convocó, le dieron un salto de calidad a Los Pumas. Por eso estoy convencido que se hizo muy bien la incorporación porque apareció la posibilidad de mejorar. No hay que olvidarse que después del 2007 se fueron jugadores argentinos a Europa y formaban parte de los diez mejores contratos de Francia. Hoy hay jugadores que no jugaron en Los Pumas y ya están en la mira de clubes  Europa.
¿Pensás  que se está apoyando bien a los clubes del interior?
Yo creo que los clubes están siendo apoyados, lo que también creo es que los clubes también tienen que laburar, es decir que los clubes se tienen que auto gestionar y prepararse bien para la competencia. Lo que si también digo es que el profesional tiene que generar los recursos para que al rugby amateur no le falte nada. En eso yo he participado y la UAR por disposiciones internas tiene un buen porcentaje de que lo producido tiene que ir para el rugby del interior y eso se dio hace poco. El profesionalismo genera los recursos.
¿Qué viste en los jugadores cuando vos estabas como manager y qué ves en los que están hoy?
Yo veo en  los jugadores lo que siempre han tenido, las ganas de ganar de crecer,  de ser mejores, cuando yo no vea eso no veo más rugby. A esta cualidad la veo antes ser manager. Lo que veo hoy es que el jugador argentino tiene una gran confusión. Porque cuando no se dan las cosas muchas veces cree que es una injusticia y no piensa en la falta de esfuerzo que se puede tener en algunos momentos. Yo digo que el profesionalismo no es bueno porque sí, ni malo porque sí. Lo que si hay que decir es que el jugador de esta parte del mundo  tiene una serie de características de creatividad en el juego. Como también tiene una  serie de indisciplinas. En el mundo rugbístico desde los infantiles  son respetuosos de las normas.
¿Cuál  es lo básico que necesita de preparación un jugador para competir en el plano internacional?
Yo diría que lo que necesita es genética. Por mi físico, en estos momentos no podría jugar a nivel mundial de tercera línea, que era mi puesto. Se necesita una talla para cada puesto. Es decir, partiendo de la base, necesitas orden, disciplina, condición física, que ahora resulta clave, más allá de que se cobre o no por jugar. Porque por su desarrollo, el rugby es un deporte peligroso, es el único después del fútbol americano en el que te pueden caer encima unos jugadores con un total de 800 kilos. No es tan solo el uno a uno.
¿En qué ha cambiado el jugador con respecto a su preparación no tan solo en su mentalidad?
Las destrezas pasaron a ser también una parte clave, antes el jugador que hacía un rever o un salteo era un crack, cualquier chico que entrena más o menos hoy tiene esas cualidades porque las destrezas han ido cambiando. Antes un forward pasaba a veces partido entero sin tocar la pelota. Ahora dejó de ocurrir eso y para bien. Además hoy todos los integrantes de un equipo tienen que saber las destrezas, por la dinámica del juego. Todos tienen que saber pasar la pelota sea del puesto que sea.
¿Cómo creés que va estar el jugador después de toda la inactividad en el campo de juego con este momento que se está viviendo?
Necesito una gran imaginación, porque lo que se vive hoy es una película de terror que no se la imaginaba nadie. La verdad soy sincero en decir que no lo tengo muy claro, pero veo que hay muchos chicos que han bajado los brazos es decir que hace otra cosa u otro deporte. Lo que sí creo veo es que habrá una deserción temporaria, porque además hay chicos que no son tan entusiastas. El rugby es un deporte muy pasional. Puede ser un crack pero si no hay pasión al segundo o tercer golpe dejá el rugby, es decir hay que tener una pasión distinta.


¿Habría que volver al campeonato argentino de rugby?
Por eso decía, cambiaron todas las preguntas con el momento que se vive en el mundo. Yo era uno de los que decía que el Campeonato Argentino, hace varios años atrás, no tenía sentido jugarlo por todos los torneos que se estaban jugando; eran muchas fechas, no había lugar en el calendario para que se haga. Probablemente hoy hay que ver cómo se reorganiza el mundo en la competencia y ahí si probablemente sea lo que necesita el rugby argentino. Además el jugador argentino necesita competencia, en mi tiempo también se jugaba el Centro de la República, que fue una idea del ingeniero Lisandro Carrizo. Lo único que lo mejora al jugador es la competencia.

Una de las preguntas que no podía faltar era sobre el Cheto jugador, capitán de su equipo, capitán del seleccionado tucumano, en algunos partidos capitán de Los Pumas ¿por qué no Santamarina como dirigente?     
Porque no me divierte. Yo era un gran entusiasta de la línea de cal para adentro, la verdad de la línea de cal para afuera no me divierte ser entrenador, ser árbitro ni ser dirigente, soy de los que dicen que a las cosas se le pone mucha pasión o no se las hace y en eso fui leal a mis conceptos. Puse toda la pasión dentro de la cancha. Lo que hice en los últimos años fue dar una mano a unos amigos como lo son el Huevo y Agustín, que estaban en un proyecto que me parecía muy bueno. Hice lo que decía un gran amigo que ya no está, Gabriel Bautista Palou: “Con los amigos, por los amigos y para los amigos”.

¿Por qué creés que Agustín Pichot no llegó a ser presidente de la World Rugby?
Porque plantea con mucha franqueza los cambios que hay que hacer con el rugby a nivel mundial para que siga creciendo. Lo que quería Agustín es hacer más justos los torneos. En Europa, para que crezcan los seleccionados emergentes, como Rumania, Georgia o en el Sur, para sean mejores Fiji, Tonga, Samoa, por ejemplo. Al tener a sus mejores jugadores en Europa o en grandes seleccionados, a  ellos se les hace difícil competir.
Es decir, Agustín quería que los seleccionados tengan sus jugadores oriundos de sus países, que el torneo sea con ascenso y descenso, lo cual no les dejaba nada a algunos países de Europa. La liga inglesa y francesa manejan presupuestos monumentales, Inglaterra tiene dos millones de jugadores y el segundo hoocker de su nivel es sudafricano. Sería mejor que tengan jugadores nacidos en su tierra, para que de esta manera los países emergentes compitan con posibilidades. Los rumanos tienen jugadores en las ligas francesas. Entonces tienen dos partidos de selección por año, es decir nunca juegan contra los equipos “A”. Lo que Agustín quería era que tdos tengan la posibilidad de jugar todos contra los diez mejores seleccionados del mundo. Lo importante es tener una competencia justa, que todos tengan las posibilidades de crecer.
¿Creés que Agustín va conseguir un lugar o algún torneo donde Jaguares y Los Pumas puedan competir? 
Es el objetivo que tiene  Agustín desde que jugaba, así como consiguió que Los Pumas estén en el Championship y también que arme Jaguares, que es un invento prácticamente de él. Es muy creativo y seguro que algo se le va ocurrir. Esta crisis mundial atenta contra todos, Pichot no es Dios pero de que va a intentar, no tengo la menor duda. Lo conozco y sé lo que es y lo que lo motiva.
¿Cómo lo ves hoy al rugby tucumano?
Tucumán me parece a mí como que estaba empezando a tomar conciencia de cuál es la realidad, antes de que venga este parate. Todos  los equipos de esta parte del país habían perdido protagonismo en los últimos años, en los distintos torneos nacionales. No representaban un riesgo para los rivales que iban teniendo. Tucumán, si no fuera por el nombre que mantiene por su historia, está en un segundo nivel. Debajo de los equipos de Buenos Aires y de otras provincias, eso quizás nos despertó para empezar a hacer las cosas un poco mejor. A veces somos un poco soberbios y creemos que se pierde por cosas ajenas al juego. Es como que Tucumán ha perdido la calidad. Creo que hoy tenemos que tomar conciencia que no estamos en el mejor nivel y que sí tenemos la cantidad de jugadores que tenemos que entrenar un poco mejor para mejorar el juego nuestro.
¿Cuál fue el peor y cuál el mejor momento que viviste cuando pasaste a vivir esta transición en la cual fuiste protagonista del comienzo de estos cambios?
¡Qué buena pregunta! Hubo momentos malos, que los viví con mucha tensión: la desilusión del 2018 en la ventana de junio, donde el equipo que venía jugando bien pero que frente a Escocia y a Gales no lo hizo; es como que hubo una falta de entrega del equipo, donde nos dimos cuenta que el mensaje no llegaba. La verdad, lo viví con mucha tristeza. El staff había puesto todo, armando un equipo muy competitivo. El mejor momento, lógicamente, fue el triunfo frente a Francia en el 2014, con varios debutantes. Nadie lo esperaba. Además, cuando le ganamos a Irlanda en el Mundial del 2015.

En la última parte de la nota, el cheto Santamarina dejó su mensaje. “Lo sigo siempre. El rugby es pasión. Si vas a entrar a esto tanto como árbitro, jugador, dirigente o de lo que sea,  desde el momento que entrás hay que poner todo, sin egoísmo, sin mirar qué es lo que me conviene, sino qué es lo le conviene al equipo”.

Manuel Cardozo

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Si hay alguien que lo conoce a JOSE MARIA (CHETO ),SANTAMARINA ,..sin duda ,..el que escribe ,adentro y fuera de la cancha !!!,.hoy un AMIGAZO !!!,..sino preguntele a EL !!!

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