Sin prisa, pero también sin pausa
El próximo sábado, 21 de setiembre, puede ser un gran día para Los Pumas, porque la fiesta del Rugby Championship seguirá en el interior del país. El Día de la Primavera, en Santiago, Argentina recibirá a Sudáfrica y por qué no soñar con una gran victoria ante el campeón del mundo.
Lo que viene en el camino por delante es durísimo y algunas cosas que se hicieron sirven de mucho y otras no tanto, teniendo en cuenta la calidad de los sudafricanos.
La goleada en Santa Fe frente a Los Wallabies sirve para la estadística y te agranda. Esa alegría que se vivió sin lugar a dudas suma. Pero a no olvidarse de los errores que se deben corregir.
Los Pumas son un equipo que crece con altibajos propios de un plantel que se junta pocos días antes para competir con los mejores. Felipe Contepomi y el staff están en la construcción de un estilo de juego seguramente ambicioso y con más recursos en el ataque, más allá de la clásica estrategia y actitud para defender. No será fácil salir a la cancha y someter a Sudáfrica. Pero Argentina ha demostrado que tiene recursos rugbísticos válidos para seguir creciendo y competirle a los Boks.
El equipo para este partido tiene que recordar lo que hizo bien. La goleada en Santa Fe frente a Los Wallabies sirve para la estadística y te agranda. Esa alegría que se vivió sin lugar a dudas suma. Pero a no olvidarse de los errores que se deben corregir. Por ejemplo: los baches que se tienen en el juego por momentos generan espacios para el rival; el scrum que sigue siendo una deuda; el 9 y el 10 serán la clave en las conexiones que puedan mostrar, tomando riesgos en lugares que corresponda y no tomarlos por tomarlos, porque ante rivales como el próximo pueden tener consecuencias irreversibles. La velocidad y dinámica que se mostró en el segundo tiempo en Colón es lo aconsejable. El line habrá que mantenerlo pero esta vez ante gigantes. A las indisciplinas del juego y la concentración durante todo el partido no se las tiene que sacar del foco, algo que buscan todos los equipos.
Todo está dado para disfrutar de un gran partido de rugby pero a no olvidarse de la estrategia, de la inteligencia con que se plantee el partido y que sus ejecutores o intérpretes sepan ajustarlo al momento de tomar decisiones.
Los Pumas esta vez tendrán que elaborar o afinar lo hecho ante los Wallabies sin olvidar a quien se está enfrentando y con los recaudos que eso significa.
Lo físico será el primer detalle a tener en cuenta, para no desperdiciar esfuerzo y poner la inteligencia en cuál será el momento para aplicar lo que se mostró ante Australia, que parecía un juego simple pero que esta vez, por el rival, habrá que buscar el momento y el lugar dentro de la cancha donde se aplique.
Hay que tener en cuenta los errores propios y los del rival y de esas circunstancias tratar de construir jugadas o algo parecido, que es lo que se mostró ante los australianos. No hay que olvidarse que detrás de las buenas intenciones tienen que estar las buenas ejecuciones, buscando un juego de fases que son las situaciones que generan o abren los espacios para que sean bien utilizados, fundamentalmente, en los metros finales del campo de juego.
Quedó de en claro que los backs son desequilibrantes cuando encuentran los espacios que no solamente hay buscarlos y utilizarlos, sino también generarlos.
A pensar que una derrota no es el fin ni la desazón al buen juego hay que buscarlo sin prisa, pero también sin pausa.
