Pancho Rubio: «Detectar segundas líneas sigue siendo la dificultad del sistema»
Saber que existen cinco Academias de Rugby (Buenos Aires, NOA, Oeste, Centro y Litoral) y 15 Centros de Rugby, que nuclean a 287 jugadores (hay que restar a unos 37 profesionales de Jaguares y a otros 24 de Pumas Seven), que a su vez son distribuidos en equipos como Argentina 15, CEIBOS y los seleccionados femenino, M20, M19 y M18, siempre es importante. Son datos para tener a mano si se quiere conocer la estructura del alto rendimiento del rugby argentino y entender las vías de un Plan de desarrollo que se inició en 2009, con la premisa de competir en la elite.
Francisco Rubio fue y es clave en el armado de tal estructura en la UAR. Desde el día cero y a pesar del paréntesis que le significó ir a aportar para el desarrollo de Sudamérica Rugby durante cuatro años. En junio de 2018 volvió a la UAR. A su ecosistema favorito. Allí, donde junto con grupos de entrenadores y profesionales de distintas disciplinas, piensa, planifica y ejecuta para seguir formateando jugadores a nivel potencias.
Pancho es el actual gerente de rugby de la UAR y este martes respondió preguntas de periodistas de todo el país dedicados a la difusión del rugby. Fue por ZOOM, esa cancha virtual a la que se acostumbró, como todos, en tiempos de aislamiento social obligatorio por brote de COVID-19.
“La pandemia postergó todos los proyectos, nos agarró sin poder comenzar nada”, admite Rubio, mientras empieza a renegar de su localía, porque es “martes de electricista en casa”, avisa, entonces lo harán mudar de un ambiente a otro cada tanto.
Después de la intro, Rubio rápido destaca “que una de las cosas buenas de la pandemia es que nos está permitiendo tener encuentros con los entrenadores del sistema de alto rendimiento todas las semanas, lo que nos permite debatir sobre el juego y los perfiles de los puestos.
En relación con los efectos del parate, asegura que “salvo en Nueva Zelanda, la competencia no ha vuelto en otra parte. Eso nos pone en igualdad de condiciones ante todos. Cuando el deportista no compite es terrible, como ahora, que lleva sin hacerlo 60 días. Fisiológicamente se habla que un jugador necesita para recuperarse la misma cantidad de tiempo que estuvo sin competir”. “Entonces, la pregunta es ¿la pandemia nos va afectar en relación a quién?”, opinó.
Así como recorrió su casa por culpa del electricista, Rubio también fue de un lado a otro en el encuentro con la prensa.
Ponderó el “trabajo de las Academias”, en las que se involucra a jugadores y entrenadores de los clubes con la finalidad de que compartan la información con sus compañeros y grupos de trabajo.
Frente a la consulta de scrumcninco.com sobre qué puestos está exigiendo el sistema en función de los planes de cara a los tiempos que vendrán, Rubio fue contundente: “No voy a decir ninguna novedad. Es lo que nos pasa siempre: segundas líneas, gente grande, de 2 metros y que corra, salte y se mueva. Es donde más problemas tenemos en la Argentina, a diferencia de Sudáfrica, Nueva Zelanda y hasta la misma Australia”.
Salvo en Nueva Zelanda, la competencia no ha vuelto en otra parte. Eso nos pone en igualdad de condiciones ante todos».
Francisco Rubio
Acerca del proceso de búsqueda de jugadores a lo largo y ancho de la Argentina, Pancho aseguró que “es largo. Siempre estamos pendientes de jugadores que en algún momento tengan la posibilidad de ingresar al sistema. Para los Juegos Olímpicos de la Juventud que se hicieron en Buenos Aires buscamos jugadores de 14 a 18 años durante 4 años. También lo hacemos en los Centros de Rugby de todo el país, en las Concentraciones, en instancias como el campeonato Argentino M18, en el que vemos jugadores de esa edad y también a muchos M17 y otra estrategia de detección son los encuentros Inter academia, para M19”. “La detección temprana es muy importante”, sostuvo Pancho ante de remarcar que de los planteles actuales de la UAR, “Joel Sclavi y Santiago Socino son los únicos que no han pasado por el sistema de alto rendimiento”.
Para finalizar, Rubio insistió en un mensaje: “Para seguir creciendo tenemos que seguir mejorando la formación de los jugadores, desde los clubes”.