«No se puede jugar defendiendo casi los 80 minutos»
Lo primero es lo primero. Los All Blacks podrían haber goleado a Los Pumas por cifras más amplias en el marcador. El 38 a 0, si no fue mentiroso, estuvo cerca de serlo.
La pregunta es por qué. Es evidente que el triunfo ante Nueva Zelanda en el debut no fue casual, tampoco fue garra Puma y nada más. Fue estrategia, fue demostración de lo bien que se vienen haciendo las cosas para el crecimiento deportivo del rugby argentino.
Este sábado se tuvo al frente un equipo distinto, concentrado, que quiso la revancha y lo logró siendo finos en sus movimientos y clínico a la hora de marcar puntos.
Es muy difícil jugar al rugby o al menos atacar y querer imponer una estrategia si no se tiene un buena obtención de pelota o recuperación de la misma.
En este juego es básico tener un buen scrum, buen line, igualar en el contacto y a partir de allí armar la plataforma para la creatividad del ataque. La rotación de jugadores era lógica, después de los partidos que se tuvieron que enfrentar y también en las condiciones que se llegaron al torneo. Además no hay que salirse del objetivo: llegar al Mundial del 2023 de Francia.
Ahora ya hay que pensar en el próximo partido, en un rival (Australia) que también vendrá por la revancha, el empate los de dejó muy tocados»
MAREA NEGRA
Los neozelandeses metieron tal presión en todos los sectores y mucha intensidad de juego que los argentinos la sintieron y entonces se recurrió a la defensa y al tackle, que es una marca registrada. Esta actitud y entrega llevó a que la diferencia de puntos no fuera mayor.
Cuando se juega ante los mejores seguramente pueden pasar estas circunstancias, no se puede jugar defendiendo casi los 80 minutos.
El partido ya pasó, nadie puede dudar de que el equipo está capacitado para seguir obteniendo buenos resultados que no nos tienen que sorprender.
Ahora ya hay que pensar en el próximo partido, en un rival (Australia) que también vendrá por la revancha, el empate los de dejó muy tocados.
Seguro aparecerán cambios o rotación como se le quiera llamar, pero otra vez la cabeza y lo físico serán las claves para salir airosos.