Lo bueno, lo malo y lo feo
La meta parecía muy difícil, pero está visto, que a ningún lugar se llega sin esfuerzo, sin sacrificios y sin el convencimiento que el logro, así esté lejos, no se debe perder del objetivo.
La historia es larga, pero es bueno poder contarla con los pasos que se dieron, para poder tener una competencia de alto nivel competitivo que Los Pumas necesitaban en un año distinto. Teniendo en cuenta por el momento que atraviesa el mundo con la Covid19. Llenos de incertidumbres, los verdaderos protagonistas solo pensaron en su preparación para la alta competencia casi sin pensar qué se daba y enfrentando todas las adversidades. En sus casas, en el encierro. Mientras,dirigentes de la UAR dependían de soluciones extranjeras, que para bien del rugby argentino se dieron.
Todo empezó en el mes de agosto. Primero para competir en el Sudamericano, 45 jugadores con una preparación y con el objetivo puesto en lo que se venía, el Rugby Championship, que no se dio como estaba previsto por la deserción de Sudáfrica. Todo terminó en el Tri Nations, que se jugó en Australia.
El staff seguramente contaba con un plan preestablecido, pero también tendría que sufrir cambios por la incorporación de jugadores que juegan en el viejo continente. La suma de jugadores se hizo mayor y ya se llegaba a 60 convocados, de los cuales llegaron al destino de Oceanía 45 y un staff para atender o preparar a los protagonistas principales. Se superó con protocolos y se afrontaron contagios de este virus que complicaba todo. Hasta la incertidumbre estaba instalada, por los resultados que se podían dar. Los inconveniente fueron tantos que detallarlos sería caer en el olvido de algunos. Lo que sí, había que confiar en lo que se venía haciendo individualmente, para complementar en lo grupal.
limaron asperezas,se acomodaron las cargas y se puede decir que esta dura excursión tuvo un final feliz».
«Sugus», periodista en Scrum 5 Tucumán.
Los jugadores convencidos y un staff pensando y repitiéndose “no podemos llevar a los jugadores al matadero”. Por suerte el rugby argentino viene con un proyecto que creció rápido, con resultados cambiantes pero que en el mundial de Japón no tuvo los resultados esperados. Está visto que allí hubo algunos errores que quedaron a la vista después de todo lo que pasó dentro de estos cinco meses (agosto- diciembre) de puro sacrificios y entrega al trabajo, la palabra adversidad siempre estuvo. Se limaron asperezas,se acomodaron las cargas y se puede decir que esta dura excursión tuvo un final feliz.
Es evidente que la cosa terminó mucho mejor de lo pensado y de lo soñado.
Ahora se puede sacar lo bueno lo malo y lo feo, con tranquilidad.
Lo bueno
Es que en la Argentina el jugador de rugby tiene todas las cualidades para moldear y sacar de sí mismo ño mejor y no es casualidad que hoy el éxodo sea muy grande. También se confirmaron apellidos en puestos donde se tenían dudas o al menos caprichos y que hacían que no figuren como seguros.
Hay un dicho: “muchas manos en un plato causan arrebato”, por suerte en este caso no se dio, al head coach se lo rodeó con varios colaboradores y también él eligió para que no se escapen detalles, como diciendo varios ojos ven más que dos. Está claro que a este logro se llegó por causalidad y no de casualidad. Funcionó la estrategia, la motivación, se igualó en el contacto, la defensa fue la bandera que siempre se izó en este seleccionado argentino. Pero a esto se llegó por el buen trabajo en la cabeza del plantel de 45 integrantes. Algunos rendimientos individuales fueron superlativos y aportaron al equipo lo distinto, apareciendo los mismos en los momentos justos. Se confirmaron puestos que están bien cubiertos y los suplentes o el recambio viene muy bien, porque cuando se recurrió a los mismos, las respuestas positivas fueron inmediatas.
Por eso en el debut se consiguió un resultado histórico para el rugby mundial y el argentino. El triunfo sobre los All Blacks 25 a 15 quedará marcado a fuego. No fue un partido cualquiera, se superó a uno o al mejor rugby del mundo. Fue el partido soñado, casi perfecto y ganado en todo el desarrollo.
Esto no quedó ahí porque había que demostrar que lo hecho tenía una razón de ser. Lo que venía era lo que se tenía que mantener, además el esfuerzo era muy grande y el recambio pensado había que ejecutarlo. Con Australia 15 a 15 y 16 a 16. La revancha ante Nueva Zelanda 38 a 0, fue lo que siguió.
Lo que si queda en claro, es que los viejos conceptos o mejor dicho lo básico sigue vigente, sin interesar que los años pasan y las técnicas avanzan.
LO MALO
Forwards o pack de forwards sería el lugar para analizar con detalles. Lugar donde se decide muchas veces el destino de un partido. Donde se busca solidez, obtención y fundamentalmente someter al rival. Es decir tener el fuego sagrado que requiere esta formación fija de este deporte.
Sigue siendo una deuda que tiene el equipo y que en algunos partidos y en ciertos momentos del juego se cumple con lo que se necesita, está la evidencia que se trabaja. Esta formación es trabajo y suma de trabajo. En algún momento la técnica, la concentración para sincronizar el empuje encontrará la solidez y a partir de allí buscar o utilizar al scrum como plataforma de ataque.
En la primera línea Julián Montoya, es la posición que tiene en el hombre con mayor regularidad y un pescador importante, a la hora de recuperar la pelota. Goméz Kodela fue otro de los puntos altos, el pilar aporta su experiencia y se entrega con actitud en bien del equipo.
Por ahora tanto la segunda línea y la tercera línea es un lugar del pack que a pesar de los cambios está cubierta con acierto, llegando a ser unas de las claves del rendimiento del equipo, que además cumplen con la defensa cubriendo los espacios para que su rival no progrese en sus intentos ofensivos, esta misión se vio en todos los partidos y con recambios por demás satisfactorios. Guido Petti, Matías Alemano, Pablo Matera capitán, Marcos Kremer fueron los puntos notables. Facundo Isa volvió a los Pumas y es buena noticia su retorno , le dio al ataque el primer contacto siempre. Más el aporte de Rodrigo Bruni, el debut de Santiago Grondona es auspicioso para ir pensando en el mundial 2023.
Seguramente que no se descubre nada, diciendo, que dentro de los backs la figura que descolló, fue Nicolás “cachorro” Sánchez ( goleador del torneo con 43 puntos ) que tuvo buena conducción junto a los medios scrum Cubelli, Ezcurra y Gonzalo Bertranou. El centro de la cancha fue muy fuerte y las duplas que jugaron acorde a las necesidades son los casos de Matiás Orlando, Santiago Chocobares , De la Fuente , sumado al desequilibrante Bautista Delguy y el aporte audaz de Santiago Carreras, tampoco sorprende lo de Bofelli y el retorno de Juan Imhoff, que le dieron al equipo jerarquía por todo lo que aportan. Sin dudas que también era de esperar que en algún momento del torneo apareciera el desgaste físico, junto a las lesiones propias de un esfuerzo semanal tremendo. Lo que si queda claro que el esfuerzo tuvo su premio porque lejos estábamos de esperar el rendimiento de los Pumas, ante las incertidumbres del momento que vivía el mundo con el covid19.
LO FEO
En el comienzo del análisis decía, lo bueno, lo malo y lo feo: justamente el remate es lo último y muchos podrán coincidir o no. La semana previa la finalización del torneo se la vivió con una experiencia seguramente desagradable, por los hechos ocurridos. Primero por un homenaje, para algunos austero y para otros justo, a Maradona, un crack cuyo parecido muy difícilmente podamos volver ver en el mundo, por su habilidad, su actitud y su convocatoria. La factura se la cobraron a los jugadores y al rugby. Es como que la dirigencia no estuvo atrás de todo el armado del homenaje. Esto trajo una series de críticas y calificativos a los jugadores, al deporte de la ovalada y a los que lo practican. Tocó en lo más íntimo a tres jugadores Matera (capitán), Petti y Socino. Demás está decir que también le llegó al grupo que enfrentó de pie estas duras acusaciones, entrenándose en una semana muy complicada para estar bien de la cabeza para el último partido.
Sobre lo que escribieron estos jugadores cuando estaban superando la adolescencia, las medidas disciplinarias de la UAR, que luego se levantaron, también trajeron críticas y revuelos que no le hacen bien a este deporte. Hubo arrepentimientos y disculpas por parte de los jugadores involucrados en el caso, pero es claro que sirvieron de poco. Nadie quiso ni siquiera hubo intención de guardar la mugre bajo la alfombra, como se dijo. Pero seguramente dirigentes y quienes practican este deporte se encargarán de asumir de lo que pasó.
Esto no borra el objetivo y a partir de ahora habrá que pensar en la competencia que se viene pensando en el 2021 para encarar la preparación de partidos y con el objetivo puesto en el próximo Mundial 2023 que será en Francia.