El «Día de la Nostalgia»: la vuelta del rugby en Uruguay
1527 casos en seis meses, 1276 recuperados, 209 casos activos, 42 personas fallecidas, educación, conciencia y responsabilidad social frente a la gravedad del asunto y el cumplimento de los protocolos, le permitieron a Uruguay vivir un día muy esperado durante el fin de semana. La cronología de la histórica pandemia que trastorna al mundo dirá que el sábado 22 de agosto se volvió a jugar al rugby oficialmente en el país vecino, que además se apuntó como el primero de América en retornar a las competencias en contexto de brote de COVID-19.
“Yo estuve en la cancha de Carrasco Polo y la sensación de todos los que estábamos era que más allá de quién ganara el partido, era increíble poder estar viendo rugby de nuevo”, le cuenta a Scrum 5 el periodista uruguayo Ignacio Chans. “Es un privilegio. Había mucha expectativas y ganas de volver. Por ahora, -ante esta situación hay que manejarse así, diciendo por ahora- hay mucha alegría, vamos a ver las siguientes semanas cómo funciona. Esperemos que se mantenga esa seriedad y el estricto cumplimiento de los protocolos”, augura el sub editor del diario El Observador, que reflejó así el día más esperado.
ASÍ SE VOLVIÓ
El rugby uruguayo, cuentan, se movió con una seriedad que le permitió volver a entrenar inclusive antes que el fútbol profesional. Lo partidos se juegan a puertas cerradas. “Es difícil, porque hablamos de un deporte amateur, de clubes sociales donde puede haber socios de otras actividades que quieran ver el partido o padres que llevan a sus hijos; así y todo, en Carrasco Polo, que es donde yo estuve, había 7, 8 personas”, destaca Chans.
Siguiendo con método uruguayo para el retorno seguro, debe conocerse, además del protocolo básico de evitar compartir botellas, camisetas, vestuarios y Tercer Tiempo, que los clubes que van a jugar entre sí intercambian documentos de todas las personas que asistirán al partido, para identificar a las personas involucradas, en caso de Positivos. A su vez, se armó un fondo común de dinero entre los clubes, para que ante un caso sospechoso se pueda hacer una prueba rápida y privada, sin tener que esperar al prestador de salud.
Hasta llegar al día de la vuelta, los clubes uruguayos tuvieron 3 semanas de partidos amistosos. “Alrededor del 10 de junio, los clubes pudieron volver a los entrenamientos, sin contactos, con distanciamiento y protocolos. La intención era poder volver a al club, ese fue el plan que la Unión uruguaya le había elevado al Gobierno. Fue un proceso bastante largo. De a poco se fueron sumando grupos de jugadores con contacto y hace más o menos un mes el Gobierno permitió el entrenamiento con contacto y los amistosos”, amplía Chans, que empezó a contar su decimoquinta temporada cubriendo rugby y que además es autor de Los Teros, una historia de sacrificio y orgullo del rugby uruguayo.
“El campeonato iba a empezar el 21 de marzo, pero el 13 se detectaron los primeros casos acá en Uruguay y se suspendieron todas las actividades deportivas y sociales. Una semana después se iban a jugar los últimos amistosos de pretemporada”, recuerda.
“Todo esto es posible dentro de una situación de país bastante controlada, donde los niños van a la escuela y en donde solo faltaría abrir las fronteras y habilitar las fiestas masivas, pero son situaciones de fácil contagio”, remarca el colega.
DESAFÍO
Uruguay pretende sostener la pandemia bajo su control. Y tiene por delante una exigente prueba: la Noche de la Nostalgia. ¿De qué se trata? Este martes, 25 de agosto, se conmemora el Día de la Independencia en Uruguay (195 años), entonces, “el 24 de agosto de todos los años se celebra la Noche de la Nostalgia. Se organizan fiestas donde se pasa música de otras épocas. Es la noche que más gente sale de noche en Uruguay a bailar”, cuenta Chans.
El Gobierno uruguayo confía en el comportamiento de la gente y así lo expresó en comunicaciones oficiales, publicidades y a través de contenidos de famosos e influencers de redes sociales.
Uruguay resiste frente a los rebrotes. Su Gobierno toma medidas, está atento. Y cuenta, por ahora –para reivindicar al colega- con una sociedad responsable, educada y consiente que, al menos con el rugby, vivió el sábado su «Día de la Nostalgia».